Nace en Madrid, convertida en corte el año anterior. De sus primeros años sabemos que asistió al colegio dirigido por V. Espinel y al de los jesuitas; que cursó estudios en la Universidad de Alcalá, y que abandonó sus estudios a causa de sus amoríos. Participó como soldado en la breve expedición que conquistó la isla de Terceira de las Azores y que, ya de vuelta, conoció a Elena Osorio “La Filis”. Fue la primera de las cincos mujeres que marcarían su vida. La idealizó, en la Dorotea, pero acabó bruscamente cuando ella lo abandonó. Dedicó unos versos insultantes, por despecho que le costaron una denuncia por injurias que le vale el destierro.
Lope abandona la Corte en 1588, pero antes rapta a Isabel de Urbina, a la que llama “Belisa” en varios romances.. La familia acepta el matrimonio para evitar el escándalo, después Lope se alista voluntario en la Amada Invencible.
El destierro termina en 1590. Se instala en Toledo como secretario del duque de Alba en honor del cual escribiría La Arcadia.
Aparece en escena Micaela Luján, una comedianta bella, a la que estará unido hasta 1608 y que será la madre de dos de sus hijos más queridos: Lope Féliz y Marcela. Pese a ello, en 1598 se casa con Juana de Guardo, por lo cuantioso de la dote . A partir de 1608 se instala en Madrid con su esposa y un hijo de ambos al que quiso mucho: Carlos Felix que moriría en 1612 y su esposa Juana en 1613. Esto culminará en una profunda crisis espiritual que culminará en su ordenación como sacerdote en 1614, y durante la cual escribiría su poesía más espiritual; mientras, sigue actuando como secretario del duque de Sesa.
En 1616 conoce a Marta de Nevares, por la que experimentará la mayor de las pasiones aunque ensombrecida por su carácter sacrílego. Marta será la “Amarilis” de numerosas composiciones y Lope la cuidará hasta su muerte en 1632. A este muerte seguirá la de Lope Félix. Todo ello acelera la muerte del autor que se produce el 27 de agosto de 1635.
LOPE DE VEGA, DRAMATURGO.
La importancia de Lope en este apartado, radica en la fijación de las características de una estructura teatral, “la comedia lopesca”, que pronto se convertiría en el modelo español de teatro nacional..
En primer lugar, Lope, lector asiduo, acumuló gran caudal de conocimientos y de influencias: desde la literatura culta española y europea o la obra dramática de autores como Encina, Gil Vicente, Lope de Rueda, Cervantes, etc hasta las formas y cantares de la poesía popular y del Romancero. De este modo, Lope articuló unos elementos que existían y los puso al servicio de su concepción del teatro como arte para el pueblo; arte didáctico, que imite, que describa, que se convierta en intérprete de la colectividad a la que se dirige; pero, sobre todo, que divierta, conmueva, estimule y satisfaga la imaginación. Para conseguirlo, Lope compone su teatro de acuerdo con las siguientes características:
1.- La comedia se propone captar el interés del espectador y para ello copia de la vida en lo que ésta tiene de mezcla (lo noble y lo plebeyo, lo grave y lo gracioso o grotesco..). Se aleja así del teatro clásico que diferencia tragedia y comedia, división que Lope respeta sólo en lo que a los protagonistas se refiere: comunes en la comedia, de noble condición en el drama.
2.- La materia es muy variable. El mundo religioso o bíblico, la antigüedad clásica o la historia medieval, las leyendas locales, las crónicas, las novelas de moda en el Renacimiento.., proporcionan temas sobre los que Lope actúa con total libertad para acercarlos al espíritu de sensibilidad de sus contemporáneos.
3.- Sea cual sea el argumento, se somete éste a tres sentimientos básicos e inmutables: el honor como don de Dios y patrimonio esencial unido a la “opinión” por lo que su ofensa requiere reparación inmediata o venganza: la fidelidad dogmática al rey; y la fe, siempre inquebrantable. Al margen de este rígido sistema de ideas, la libertad es absoluta en tramas y situaciones que, con frecuencia, giran en torno al tema del amor y que tienen un desenlace trágico o feliz, según se infrinjan o no las leyes sociales y morales.
4.- Lope acepta en principio la unidad de acción, pero prescinde de la unidad de lugar y en cuanto al tiempo sólo recomienda que sea el menor posible excepto en obras históricas que pueden exigir un mayor tiempo. De este modo la comedia adopta una estructura espacial y temporal más cercana a la de la vida humana.
5.- Sus personajes, son seres humanos que reflejan las ideas dominantes en la sociedad de la época y que, en consecuencia, saben por qué obran y cómo deben hacerlo. Los más repetidos son: el rey maduro, que tiene por misión premiar o castigar, o joven, que se manifiesta injusto y soberbio, pero contra el que no es posible rebelarse; el noble, a menudo elemento negativo culpable del drama por incumplir sus deberes y, en consecuencia, merecedor de castigo; el caballero, depositario en sus distintas escenas ( esposo, padre, hermano...) del honor familiar e instrumento de la venganza cuando aquél es mancillado; el galán (valiente, generoso, audaz.. ) y la dama (bella, noble, apasionada...), el villano, el hombre de pueblo, a menudo figura secundaria, pero en ocasiones consciente de su propio valor y dignidad, y, por último, el gracioso o figura de donaire, compañero y a la vez contrafigura del protagonista, cuya función es ofrecer al público una versión más desenfadada de lo que ocurre en la escena o descargando la tensión dramática.
CLASIFICACIÓN DE SU OBRA.
A.- Autos sacramentales: “La siega.
B.- Comedias religiosas:
“El robo de Diana”
“ La buena guarda”
“ La fianza satisfecha”
C.- Comedias sobre historia antigua:
Contra valor no hay desdicha.
D.- Comedias mitológicas:
El vellocino de oro
Adonis y Venus.
E.- Comedias amorosas:
La dama boba.
El acero de Madrid
Santiago el verde.
El perro del hortelano.
El villano en su rincón
El castigo sin venganza.
F.- Comedias de historia y leyendas
Sin duda, es en este grupo donde se encuentran las mejores creaciones de Lope; consigue efectos de insospechado lirismo y belleza:
El caballero de Olmedo.
El mejor alcalde, el rey.
Fuenteovejuna
Peribáñez y el comendador de Ocaña.
Los siete infantes de Lara.
PERIBÁÑEZ Y EL COMENDADOR DE OCAÑA.
1.- SITUACIÓN DE LA OBRA.
Esta obra forma parte de un grupo de comedias históricas llamadas “de comendador”. En ellas los protagonistas, labradores ricos y con honor, se enfrentan a un comendador, personaje de clase noble, para poner freno a los desmanes de éste, a menudo de índole amorosa, pero con claras implicaciones sociales, debido a las leyes de vasallaje.
El mejor alcalde, el rey, Fuenteovejuna y Peribáñez se inscribe, de acuerdo con la teoría dramática lopesca, en la categoría de “Tragicomedias”, ya que son tragedias de acción, finalizan con la muerte de alguno de los personajes, de contenido ejemplar (el vicio es castigado y la virtud obtiene su recompensa), pero mezclan personajes de distintas clases sociales y elementos trágicos y cómicos. En todas ellas el tema es único (conducta irregular de un aristócrata que atenta contra el honor de sus vasallos, venganza de éstos y justicia real como muestra de la protección del monarca a los humildes).
2.- DATACIÓN Y FUENTES.
En la obra aparece un criado llamado <
En la propia obra aparece Lope como Belardo, un poeta ya maduro que dice contar 42 años. La escena se situaría en 1604.
En cualquier caso la información es poco fiable, porque la referencia a la Iglesia no parece indicar tanto la ordenación sacerdotal de Lope (1614) como su ingreso en la Congregación de Esclavos del Santísimo Sacramento (1610) -
Peribáñez se publicó dentro de la Cuarta Parte de las Comedias de Lope, Madrid, 1614 con un texto bastante correcto que permite suponer que el autor lo revisó.
Por último, en cuanto a las fuentes, está comprobado que la obra posee un fondo tradicional, pero no se sabe si histórico. Para ambientarla Lope toma detalles concretos de las crónicas, pero la génesis de la comedia está en el cantar o fragmento de romance que se intercala en el Acto II, cuando Casilda rechaza al Comendador que la solicita. Quizá se trataba de un romance tradicional que, aunque carente de desarrollo argumental, alude ya a un cierto enfrentamiento de clases y que, como otras fuentes populares, proporciona a Lope datos imprecisos, pero suficientes para elaborar una acción dramática rica en peripecias y símbolos.
3.- ARGUMENTO.
La obra comienza el día de la boda de Peribáñez, un rico labrador de Ocaña, con Casilda. Durante las fiestas el Comendador de la Orden de Santiago queda sin sentido al ser derribado por un novillo al que intenta alancear y, al volver en sí en casa de los recién casados, se enamora perdidamente de la novia. Para conseguir el amor de ésta, Leonardo, criado del Comendador, se finge a su vez enamorado de Inés, prima de Casilda; y Luján, otro criado, entra al servicio de Peribáñez como segador.
El Comendador sigue al matrimonio a Toledo y allí encarga un retrato de Casilda sin que ésta lo sepa. De regreso a Ocaña, y a aprovechando otro viaje de Peribáñez a Toledo para preparar la imagen del patrono de Ocaña, el Comendador, disfrazado de segador, requiere de amores a Casilda de noche, pero ella lo rechaza. Mientras, en Toledo, Peribáñez descubre el retrato de Casilda y, aunque las informaciones del pintor y unas canciones que oye por el camino le confirman la honestidad de su esposa, regresa a Ocaña preocupado, pues comprende cuáles son las pretensiones del Comendador, don Fadrique.
Este nombra a Peribáñez capitán de una compañía que ha de partir a la guerra de Granada. Pretende así alejarlo de Ocaña, pero para ello se ve obligado a nombrarlo caballero. Tras la primera jornada Peribáñez regresa de noche a su pueblo muy preocupado y descubre que el Comendador, con la ayuda de Inés y Luján, ha entrado en su casa. Entonces lo mata con la misma espada que aquél le había dado al investirlo caballero e hiere de muerte a los dos criados.
Enrique III ofrece un premio a quien entregue a Peribáñez, pero es éste mismo quien se ofrece a la justicia real acompañado de Casilda para que sea ella quien reciba la recompensa. Narra el rey la verdad de lo ocurrido y entonces éste lo perdona y confirma en su puesto.
4.- INTENCIÓN DE LA OBRA.
El contenido de obras como Peribáñez o Fuenteovejuna desconcertó durante un tiempo a algunos críticos sorprendidos de que un género como el de la comedia, diera cabida a obras de aparente contenido revolucionario ( un villano daba muerte a un noble, su señor naturas). No obstante, bajo esa aparente ruptura de lo habitual, se hace en realidad una apasionada apología del orden establecido.
En esta obra, en efecto, los personajes aceptan la sociedad dividida en estamentos con derechos y deberes preestablecido y, sobre todo, consideran el poder real como superior, absoluto, garantía del orden. De este modo la obra se pone al servicio de la monarquía absoluta y defiende el sistema político vigente. La muerte del Comendador es consecuencia lógica de su ejercicio del poder de forma deshonrosa y de las ofensas a sus vasallos, ofensas al código de honor que sólo pueden ser reparadas con la muerte. El conflicto no es social, ya que los personajes actúan como individuos y no como representantes de clase; y don Fadrique se arrepiente, lo que permite al espectador tenerle una cierta compasión.
En Peribáñez Lope refleja un mundo que se acaba, el de los nobles con gran poder, y apunta el hecho de que la nobleza de sangre no es ya sinónimo de virtud. A la vez que refleja una problemática sociopolítica de la época, toma partido por la monarquía, cuyo sistema de valores no se cuestiona.. Así, la afirmación por parte del villano de su honor no responde a un anhelo de igualdad política, sino al principio cristiano de igualdad última de todos los seres humanos y a su orgullo como cristiano viejo frente a una pequeña nobleza decadente.
La intención, es pues, moral (la situación final de cada personaje depende de su comportamiento y del grado de condena que éste merezca por parte del autor y de la sociedad de la época), pero en cualquier caso, el valor último de la obra es el estético.
5.- PERSONAJES:
Son personajes que quedan caracterizados por sus acciones y por los diálogos que mantienen entre sí en lo cual guardan el decoro aristotélico. Los personajes hablan y se comportan como corresponde a su estado.
En cualquier caso, Lope fue un agudo observador del mundo en el que vivía y ello explica que los personajes de Peribáñez, sin abandonar el decoro y sin que tengamos de ellos descripción física alguna, sean un tanto atípicos; personajes poco complejos, sí, pero bien trazados, humanos. Pueden ser clasificados en dos grandes grupos, según se relaciones con la nobleza por su nacimiento y actividades o con el mundo rural.
A.- EL COMENDADOR:
Don Fadrique ostenta la dignidad de la Orden de Santiago; su categoría es, pues, superior a la de caballero e inmediatamente inferior a la del maestre, a quien está obligado a asesorar en cuestiones militares. Poco sabemos de él antes de que desencadene la tragedia, pero la opinión del rey, nos lo presenta como gallardo, valeroso y generoso; ejemplo de caballeros ya admirado por su pueblo.
Se siente enamorado de Casilda, no es un mero deseo carnal como el de Fernán Gómez en Fuenteovejuna. A partir de este momento , la conducta se desvía del recto sentido moral y pasa a regirse no por la razón, sino por el deseo. Cae en una depresión melancólica, recurre a sus criados, a los halagos, pero no consigue nada y su deseo insatisfecho da paso a la vanidad herida. “ Pues aunque gaste mi hazienda,
mi honor, mi sangre y mi vida,
he de rendir tus desdenes,
tengo de vencer tus iras”.
Su conducta es cada vez más reprobable hasta llegar al engaño rastrero de alejar a Peribáñez, y su nerviosismo, fruto quizá de su sentimiento de culpa, cada vez más evidente. Ahora sí es la figura antagónica del héroe y su conducta justifica el dicho de la época que refiriéndose a los caballeros de las órdenes militares afirmaba que “la cruz en los pechos y el diablo en los lechos”.
Es el Comendador una figura trágica incapaz de luchar contra sus destino, incapaz de rectificar a tiempo, pero sí de arrepentirse al final, ya cercana su muerte. “ Señor, tu sangre sagrada
se duela agora de mí
pues me ha dexado la herida
pedir perdón a un vassallo”.
B.- PERIBÁÑEZ:
Será el tipo del villano con honra que venga su honor y afirma su dignidad humana. Es éste un personaje que aparece en el teatro a finales del S. XV con funciones cómicas, pero que en algunos casos se convertirá en personaje moral y ejemplar al servicio del tópico de menosprecio de corte y alabanza de aldea.
Peribáñez es un villano limpio de sangre que goza de un gran prestigio en su pueblo. Es admirado por sus paisanos y respetado por el mismo Comendador. Posee, pues, todas las virtudes que la sociedad de la época valora y, en consecuencia, el público puede identificarse fácilmente con él.
Poco a poco, conforme el drama avanza, la actitud y el lenguaje de Peribáñez van a experimentar un sutil cambio. Sin perder su espontaneidad y llaneza, extrema la prudencia, experimenta celos, reflexiona sobre las causas de su situación y se lamenta de su desgracia, aunque es consciente de la inocencia de Casilda. Se transforma cundo el Comendador lo nombra capitán y le ciñe la espada de caballero. Peribáñez ya no es sólo cristiano viejo, el mas rico de los villanos y el de mayor prestigio, sino también un labrador ennoblecido. Y si ya antes poseía nobleza de carácter ahora puede igualarse en horno al Comendador como éste mismo reconoce. De ahí el gran interés de Peribáñez en recordar a su señor que las leyes de vasallaje le obligan a honrar y proteger a su vasallo:
“Y pues iguales los dos
con este honor me dexáis,
mirad cómo le guardáis,
o quexaréme de vos”.
El incumplimiento de esta obligación hará legítima su venganza como lo demuestra el perdón real.
C.- CASILDA:
Casilda, por su parte, es el arquetipo de la perfecta casada según, claro está , la mentalidad de la época: una mujer natural, fiel a su marido, de carácter vivo y espontáneo, pero también de gran fuerza moral y entereza, cualidades que le permiten resistir el acoso del Comendador a pesar de las muy diversas artimañas que utilizan los criados del Comendador (Luján, Leonelo e Inés). Así como Peribáñez experimenta un proceso de ennoblecimiento, la calidad social de Casilda, aumenta de forma paralela a la de aquél por ser su esposa y por la cada vez mayor valoración de la que es objeto por parte de don Fadrique.
D.- INÉS Y CONSTANZA.
Inés es la prima de Casilda, madrina en su boda y compañera de viaje a Toledo. Nada más sabemos de ella, pro el espectador deduce pronto que envidia a la protagonista, quizá por la más acomodada posición de ésta, pero sobre todo por su estado de casada como evidencian las múltiples preguntas que le hace al respecto. Por todo ello es presa fácil de Leonelo que, con falsas promesas, la induce a favorecer la infidelidad de su prima, o, lo que es lo mismo, a traicionar la confianza de Casilda y Peribáñez. Como consecuencia aquella la despreciará y éste acabará con su vida.
Constanza es un personaje episódico que adquiere valor por contraposición al de Inés. Como ésta es amiga de Casilda y la acompaña a Toledo, pero su comportamiento es más despreocupado y generoso y sus comentarios más espontáneos.
E.- SEGADORES:
MENDO, HELIPE, LLORENTE, Y CHAPARRO, aparecen más que esporádicamente en escenas campesinas que Lope repite con pocos cambios en numerosas comedias por cuanto las características del pueblo son eternas.
En resumen, unos y otros no son sino ejemplos de los personajes populares, entre rústicos y cómicos, tan frecuentes en el teatro de los siglos XVI y XVII, herederos del pastor-bobo del teatro del S.XVI, sin llegar a configurarse como “graciosos”. Con todo, en Peribañez estos labradores y segadores se acercan algo más a la realidad; su ingenuidad y el temor que sienten hacia el Comendador o el respeto hacia Peribáñez son verosímiles. Además, Lope los elige para recitar los romances y canciones que tan determinantes han de ser en el desarrollo de la acción dramática de la obra.
6.- ASPECTOS CONCEPTUALES. TEMAS.
Lope sitúa la acción en la época de Enrique III, el rey Doliente, y la acerca así al siglo XV y a una sociedad estamental y fuertemente jerarquizada en la que todavía imperaban las relaciones feudales de vasallaje y en la que la desigualdad social era un factor aceptado sin discusión. Pero Lope dirige su obra a un público del siglo XVII que vive en una España pacificada, que afirma la igualdad cristiana esencial de todos los seres humanos que, por influencia de las teorías renacentistas, defiende la libre elección amorosa. El resultado de todo ello es un drama social y pasional, pero sobre todo humano; es decir, posible en cualquier tiempo y lugar.
El honor
En la época el honor era una cualidad individual unida a la dignidad del ser humano mientras que la honra dependía de la consideración social del individuo quien, por tanto, estaba obligado a respetar las normas de la colectividad para mantenerla. En Peribáñez estas normas hacen referencia a la reparación sangrienta y pública de la afrenta. El protagonista está obligado a matar al Comendador y el conflicto de valores que esto le provoca lo convierte en un héroe trágico colocado en una situación límite. Pero en ningún caso actúa a la ligera; por el contrario, las advertencias al Comendador son frecuentes; y es el mismo don Fadrique quien, al conferirle el cargo de capitán, le otorga capacidad jurídica para usar las armas legítimamente.
El poder
En Peribáñez también aparecen dos tipos de poder: uno tiránico (del que es ejemplo la actitud del Comendador que se aprovecha de las prerrogativas de su cargo para satisfacer sus deseos individuales) y otro benéfico, el real, que atiende al bien colectivo y garantiza la justicia.
En cualquier caso es evidente que el drama se origina por un abuso de poder que altera el orden establecido y que se cierra mediante el restablecimiento del orden primitivo gracias a la intervención real. El desenlace es, pues, doble, como doble es la reparación del honor del héroe.
El amor
A diferencia de obras como Fuenteovejuna, en las que se expresan diferentes concepciones filosóficas del amor, en Peribáñez aparecen sólo dos tipos de amor, cuyo enfrentamiento generará el drama:
_______ El amor sensual del Comendador, negativo, porque recurre al engaño y la traición, al uso de medianeros de oscuras intenciones y peores consejos; y, sobre todo, porque pretende imponerse por el interés, o por la mera fuerza. “Esta noche has de ser mía,
villana, rebelde, ingrata...”
Es un amor violento, amor-pasión, pero también amor-enfermedad que altera la paz de la vida cotidiana y que, como en La Celestina, entronca con el concepto clásico del “hado” y el medieval de la “Fortuna”.
_______ El amor de Peribáñez y Casilda. Es un amor tranquilo, recíproco y no resulta de coacción alguna. Es pues un amor acorde con el orden natural de las cosas, que se basa en la comunicación de dos almas y que está santificado a los ojos de Dios por el matrimonio y también para el mismo Comendador. Un amor que se desarrolla en un mundo idílico, armónico, de verosimilitud poética.
7.- ASPECTOS FORMALES:
Las tres unidades:
En Peribáñez no se cumple la unidad de tiempo, ni la de lugar, en cambio, sí es única la acción principal.
El tiempo de acción se desarrolla linealmente a pesar de que se producen saltos temporales que no se indican y que algún suceso, que no se representa en escena, es luego narrado por algún personaje. (Peribáñez recuerda su visita a la catedral de Toledo en el inicio del Acto II.),.
En resumen, tiempo y espacio concentrados y evocadores, propios de un teatro en el que la escasez de medios se suple con el recurso de la imaginación y la atención del público.
Estructura
Peribáñez se organiza en tres actos de veintidós, veintinueve y veintisiete escenas, respectivamente. En realidad, en las obras barrocas no se señalan los cambios de escena, sino que se deducen de cualquier variación de lugar, tiempo o acción y, a menudo, por la entrada o salida de los personajes.
En el Primer Acto asistimos al planteamiento del asunto, en el segundo al desarrollo y en el tercero al desenlace que sólo se resolverá en las escenas finales. Como puede deducirse, se trata de una estructura sencilla que puede ser captada con gran facilidad por cualquier tipo de público.
Estilo
El lenguaje también permite diferenciar a Peribáñez, Casilda y al pueblo en general, y sirve para caracterizar a unos y otros.
Los personajes del pueblo se caracterizaban por la utilización de vulgarismos y arcaísmos. En Peribáñez se sustituye la f- inicial por la h-, aspiran la f-, etc.
El nivel culto del lenguaje aparece en las intervenciones de los reyes y el Comendador, cuyo tono a veces es autoritario, pero en general artificioso y preciosista, convencional en suma frente a la autenticidad del de los villanos.
Conviene destacar la gran habilidad de Lope al intercalar canciones de origen folklórico que suelen aparecer inmediatamente antes de un cambio de acción para subrayar ésta y que, además de agradar al público, recreaban a la perfección ese ambiente rural tan grato al autor..
8 comentarios:
No sé por qué has eliminado tu comentario, aunque tampoco sé qué has visto en el comentario de la obra para que formalices una crítica en la que parece ser observas algo irrespetuoso e incoherente con la obra del más grande de los autores españoles de teatro. Si quieres, vuelve a comentar lo que creas oportuno. Saludos.
Me ha servido de mucho! muchas gracias. Está genial
A ti Irina. Saludos
Hola. Muchas gracias por haber realizado este estudio de la obra. Me ha servido bastante en un trabajo que he tenido que hacer. Está muy bien elaborado, tratando los puntos claves de forma clara.
Gracias a personas como usted da gusto buscar información en internet.
cesar
hola gracias por haber hecho este informe tan detallado de la obra, me ha sido de gran ayuda.
Perfecto el trabajo, gracias!
gracias impecable el trabajo, demasiado bueno
Gracias!
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