COMENTARIO DE TEXTO 8
Quizá haya sido siempre así, un mundo lleno de personas que creen que sus propias opiniones e intereses son más importantes que las de los demás, pero a día de hoy, en estos lugares nuestros, el egocentrismo es uno de los rasgos más evidentes y peligrosos de lo que hemos ido construyendo, de un desarrollo humanamente equivocado. Una persona egocéntrica, dicen los psicólogos, es aquella que no puede “ponerse en los zapatos de los demás (quitándose primero los de él mismo)”. Y cree que todos deben buscar lo que él busca, porque lo que él ve, de alguna manera, excede lo que otros ven. ¡Qué desastre! Es desastroso porque es idiota y genera un mundo de idiotas. Nadie ni lo de nadie es más importante que lo de los demás. Todos tenemos derecho a pelear por nuestros deseos, pero si vamos pisando los deseos del prójimo, de nada valdrá conseguirlos. En esta vida vamos en el mismo barco, apenas lograríamos sobrevivir unos días sin los otros. Moriríamos de hambre, de inanición material y afectiva. Sin embargo, no nos damos cuenta. El ego hipertrófico nos hace actuar como héroes de pacotilla. Lo mío es lo mejor, lo único, lo más importante; todos tienen que darse cuenta de eso. De manera que si el ego nos dicta esa sentencia trataremos a los otros como esclavos. Pero, amigos, los esclavos terminan rebelándose y el ego se queda herido y más solo que la una. Nadie es más que nadie. A veces, a unos les toca llevar la mayor responsabilidad en una actividad, en una circunstancia, y entonces los demás deberán ponerse a disposición de ese, otras veces le tocará a otro. Solo asumiendo que la vida funciona así, que cada uno es importante en un momento o cosa diferente, podremos dejar el ego de lado y trabajar por un mundo mejor para todos. Los niños pequeños son egocéntricos porque no tienen todavía la suficiente habilidad mental para entender que otras personas puedan tener diferentes opiniones y creencias. Un adulto egocéntrico es una lacra social, un idiota.
(Paloma Pedrero, en La Razón, 5/XI/2011)
CUESTIONES:
1. Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes:
a) Enuncie el tema del texto (0,5 puntos); b) detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos); c) indique qué tipo de texto es (0,25 puntos).
2. Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)
3. Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de la opinión de que la infancia es la mejor época de la vida. (1,5 puntos)
4.b. Explique el significado en el texto de inanición e hipertrófico. Añade sinónimos y define el ´termino. (1 punto)
5.a. El Modernismo y la Generación del 98
5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra española publicada entre 1940 y 1974 que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto)
2.- Redacte un resumen del contenido del texto. (1 punto)
Mi opinión es la que vale y ninguna otra, es un rasgo humano peligroso en la actualidad. Así que genera un mundo perverso, estúpido porque cada cual tiene el derecho de pelear por o que considera justo si no fuera así no lograríamos convivir los unos con los otros, porque trataríamos al prójimo como esclavo y debemos interiorizarlo para construir un mundo mejor. Un niño puede serlo, un adulto se convierte en idiota.
1.- Haga un comentario de texto del fragmento que se propone contestando a las preguntas siguientes:
a) Enuncie el tema del texto (0,5 puntos) Su
tema es el egocentrismo como lacra de la sociedad actual.
c) Indique qué tipo de texto es (0,25 puntos) Es probablemente un fragmento de artículo periodístico, un artículo de opinión cuya modalidad discursiva es la argumentación y la exposición.
b) Detalle sus características lingüísticas y estilísticas más sobresalientes (1,25 puntos)
Como he expresado anteriormente, se trata de un texto de género periodístico, más concretamente un artículo de opinión o pequeño ensayo, por lo que los rasgos característicos del texto que aportaré harán referencia a este género. La autora parece dirigirse a un público que siente cercano, pues emplea un “nosotros” inclusivo y utiliza un vocativo que así lo revela (“amigos”). En cuanto al nivel léxico-semántico, el texto destaca por su subjetividad y el valor connotativo que adquieren las palabras. Y, dado que pretende expresar fundamentalmente su sentimiento y repercutir en la opinión del receptor, podemos decir que en el texto se ejercen tanto la función expresiva como la apelativa. Además de ellas, y dado que intenta comunicar cómo es la realidad, también utiliza la función representativa pero como observo algún que otro recurso de estilo, también domina la modalidad poética del lenguaje, que crean belleza estética. Destaco la personificación: (El ego nos dicta esa sentencia, queda herido y más solo que la una); metáforas: (vamos en el mismo barco), (ponerse en los zapatos de los demás); juegos de palabras: (Y cree que todos deben buscar lo que él busca, porque lo que él ve, de alguna manera, excede lo que otros ven), (nadie ni lo de nadie) etc.
Desde el ángulo morfosintáctico, los SN están formados en su mayoría por sustantivos abstractos ya que el texto trata un tema de reflexión, filosófico (opiniones, rasgos, intereses, habilidad, deseos, ego,) aunque también aparecen sustantivos concretos para aportar un significado realista al texto (niños, héroes, persona, zapatos, esclavos). Algunos de ellos van acompañados por adjetivos valorativos, subjetivos, muy evidentes en este tipo de textos: (rasgos evidentes y peligrosos, desarrollo equivocado, mundo de idiotas, inanición afectiva…) El verbo que se utiliza es el presente actualizador, de manera que la acción quede fija en el presente, como si estuviera sucediendo ahora mismo (creen, son, es, hemos ido construyendo _ este último, en gerundio o presente continuo_, dicen, tenemos…) En cuanto a la posición de la narradora, sin duda lo más relevante es el uso de la 1ª persona del plural, para implicar al lector en la opinión de la articulista a través de las personas gramaticales o de pronombres de todo tipo e incluso de algún que otro determinante posesivo: (lugares nuestros, hemos ido construyendo, todos tenemos derecho, nuestros deseos, vamos pisando, vamos en el mismo barco, nos dicta, podremos trabajar, etc.) Naturalmente la 3ª persona la utiliza para reflexionar sobre los demás, sobre los otros: (haya sido, creen, los demás, dicen los psicólogos, cree que todos, aquella que no puede, los pequeños son, un adulto es…) En cuanto a la sintaxis, en general compuestas, lo son por procedimientos variados: la coordinación copulativa, la subordinación sustantiva: (creen que sus opiniones..., cree que todos deben...); observamos también, las adjetivas para aportar significados más amplios que un simple adjetivo: (personas que creen, es aquella que no puede, etc.); las simples copulativas: (Un adulto es…, Los niños pequeños son…, Una persona egocéntrica es…) pero, sobre todo, lógicamente, construcciones que expresan razonamiento, como las adversativas con “pero”, la subordinación causal (porque lo que él ve..., porque es idiota, porque no tienen...) y la condicional (si vamos pisando..., si el ego nos dicta...)
En cuanto a los procedimientos de cohesión, se aprecia recurrencia en casi todos los planos.
Se repiten palabras vinculadas al tema y la tesis, con sus lógicas derivadas: “egocentrismo”, “egocéntrico”, “persona”, “ego”, “vida”, “mundo”, “sobrevivir”, “moriríamos”, “idiota”. También se repiten pronombres que dan idea del alcance general que se da a las afirmaciones contundentes “todos” y “nadie”.
3. Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de la opinión de que la infancia es la mejor época de la vida. (1,5 puntos)
4.a. Analice sintácticamente: Los niños pequeños son egocéntricos porque no tienen la suficiente habilidad mental para entender a otras personas. (1,5 puntos
4.b. Explique el significado en el texto de inanición e hipertrófico. Añade sinónimos y define el ´termino. (1 punto)
Inanición. En el texto, se refiere a la extrema debilidad del sentimiento provocada por la falta de contacto social.
Hipertrófico. Por su parte, tiene el significado de aumento excesivo del egoísmo.
5.a. El Modernismo y la Generación del 98
En los últimos años del siglo XX, se produce una profunda crisis que afecta a todos los aspectos de la vida: ciencia, arte, cultura, política, etc. Hay un cambio de mentalidad y de valores. Se pierde la fe en la razón y ganan terreno el idealismo e irracionales basadas en el pensamiento de Schopenhauer o Nietzsche. En España, tras el desastre de la guerra contra EEUU en 1898 en la que se perdieron las últimas colonias, España quedó en una profunda crisis agravada por enfrentamientos ideológicos entre tradicionalistas y progresistas. Los primeros años del siglo XX fueron muy duros. Se corona al rey Alfonso XIII, que termina con la Regencia de María Cristina. Estalla la 1ª Guerra Mundial, (1914-18) en la que España permanece neutral. En 1923, el general Primo de Rivera se sublevó contra el gobierno y proclamó la dictadura con el consentimiento del rey, lo que agravó aún más la situación. En 1931 se proclamó la Segunda República, que agrava mucho más los enfrentamientos sociales y políticos y desembocó en la Guerra Civil, (1936-39) por la sublevación de parte del ejército contra el gobierno legítimo republicano. Las consecuencias fueron trágicas.
El modernismo y la Generación del 98 manifiestan una actitud de rebeldía ante la realidad y persiguen una renovación estética y formal. Ambos surgen de la insatisfacción de la literatura de la época y de la búsqueda de un lenguaje nuevo, pero cada movimiento tiene una forma diferente de afrontar la crisis de final de siglo.
El modernismo es un movimiento artístico que ocurre a finales del siglo XIX y principios del XX que busca el refinamiento en la ornamentación y la fantasía en las formas. Sus antecedentes están en la estética parnasiana y en el simbolismo. El impulso inicial vino de Hispanoamérica, gracias autores como el cubano José Martí o el mexicano Gutiérrez Nájera, pero, sobre todo, el nicaragüense Rubén Darío cuya obra Azul (1888) marcó el inicio de esta corriente. Tanto en esta obra como en Cantos de vida y esperanza están presentes las características del movimiento: búsqueda de la belleza, desinterés por la dimensión social del arte, sugerencia del símbolo, musicalidad de los versos, correspondencia entre los estados de ánimo del poeta y el paso de las estaciones sobre la naturaleza. El género literario predilecto de esta corriente fue la poesía. Dentro de los autores españoles podemos encontrar a poetas como Salvador Rueda, Francisco Villaespesa, Manuel Machado (Alma, Caprichos y Cante Jondo) Antonio Machado (Soledades), Valle Inclán (Las cuatro Sonatas), Juan Ramón Jiménez (Eternidades), Eduardo Marquina, Miguel de Unamuno (Cancionero, El Cristo de Velázquez) entre otros.
La Generación del 98 se pude definir como un conjunto de escritores, pensadores, científicos, artistas, etc., que se sienten profundamente afectados por la crisis de valores de fines del siglo XIX y que creen que es el momento adecuado para la regeneración moral, social y cultural del país. A los escritores de la G.98 les interesa la renovación formal del arte que proponen los modernistas, pero se diferencian de ellos porque buscan un estilo sencillo. Cultivarán la prosa: la novela, y sobre todo el ensayo para dar rienda suelta a sus inquietudes. Los temas más frecuentes son España y su paisaje castellano y el sentido de la vida humana. Entre la nómina de autores más representativos destacamos a Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Antonio Machado y Valle Inclán entre otros.
El escritor vasco y Rector de la Universidad de Salamanca, Unamuno escribió En torno al casticismo, un ensayo en el que plasma que el falso patriotismo, el militarismo y los malos políticos han propiciado la decadencia de España y que la solución está en abrirse a Europa y conservar lo mejor de la raíz española, que perdura en el común de los hombres que con su quehacer diario va marcando el paso de la historia, lo que él llamaba la intrahistoria. Unamuno se siente desgarrado ante la imposibilidad de reconciliar fe y razón y de ahí surgen ensayos como Del trágico sentimiento de la vida, La agonía del cristianismo, novelas como San Manuel Bueno, Mártir o Niebla, o alguna obra teatral como El pasado que vuelve.
Pío Baroja, vasco al igual que Unamuno presenta en sus novelas, en especial en La busca, Mala hierba y Aurora roja. la primera de la trilogía: La lucha por la vida, una imagen terrible de la realidad social de su tiempo. En El árbol de la ciencia Baroja expone su corriente más existencial en la que niega el sentido de la vida.
Valle Inclán, gallego, es el autor más representative del 98, cuyo teatro y novela evolucionan desde el Modernismo hasta el nivel más crítico del 98. Es el creador del esperpento, con el que deforma la realidad y todo lo que en ella hay; distorsiona el lenguaje, a veces vulgar, pero muy elaborado y rico; a los personajes los cosifica, animaliza. Se destaca su obra maestra: Luces de bohemia en la que se muestra una visión lamentable, de la vida madrileña a través de los ojos de un poeta ciego, Max. Divinas palabras es la historia de familias que explotan en ferias la deformidad de un sobrino. Las comedias bárbaras, en las que Valle presenta un mundo de pasiones y violencia en su Galicia natal, y, por último, Martes de carnaval, título de una trilogía en la que igualmente satiriza la vida madrileña.
El sevillano Machado es el gran poeta de la generación y uno de los más importantes poetas españoles de todos los tiempos. Escribió, entre otros libros de poemas Soledades, el libro más cercano al modernismo: Aparecen los símbolos típicamente machadianos: el agua, las fuentes, la tarde. Soledades, galerías y otros poemas, representa el rechazo del modernismo. El contacto con Soria le hace amar el paisaje castellano. Campos de Castilla, es el libro más cercano del 98 de toda su producción. El poeta se identifica con la tierra castellana. En una última etapa, Machado se compromete con la República. Aparece la poesía socio-política en sus Poesías de la guerra.
5.b. Comente los aspectos más relevantes de la obra española publicada entre 1940 y 1974 que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 punto)
Nada. Carmen Laforet.
Tras la guerra civil aparece la necesidad de una nueva estética: la novela del 98 queda muy lejos y Baroja parece agotado, mientras la estética del 14 no responde a la nueva realidad. Se vuelve, por ello, a la tradición realista española.
Surgen nuevos escritores que serán conocidos como la generación del 36, y que desarrollarán, con un lenguaje diferente y un tono crítico, una novela acorde con la cruda realidad que el país ha heredado de la guerra. Camilo José Cela publica en el 42 La familia de Pascual Duarte, creando lo que se ha venido a denominar “tremendismo”, dominado por la crueldad y acciones violentas y extremas. Carmen Laforet publica Nada en el 45, mostrando el mundo oscuro y depresivo de los años de posguerra, al igual que Miguel Delibes con su primera novela, La sombra del ciprés es alargada, de 1947.
Aparece, por otro lado, la novela sobre la guerra civil, obras del bando ganador como La fiel infantería de García Serrano (1943), o escritas en el exilio, con una fuerte crítica social y compromiso político como, El laberinto mágico, es el título general de una serie novelística de Max Aub, escrita entre el 43 y el 68, o La forja de un rebelde de Arturo Barea, trilogía de corte autobiográfico, publicada en 1951.
En esta vertiente existencial destaca Carmen Laforet, con Nada, que ganó el primer Premio Nadal (1944), y que narra las vivencias de Andrea que acude a Barcelona, para estudiar en la universidad, donde vivirá con su abuela y otros parientes, en una Barcelona de posguerra, gris e hipócrita, con una atmósfera de incertidumbre, desesperanza y de crueldad. Ese es el escenario existencialista, propio del siglo XX, debido a guerras y crisis económicas y es que las consecuencias de la Guerra Civil están muy presentes en los dos mundos que encuentra Andrea: la casa familiar (símbolo de un ambiente moral degradado) y los amigos de la universidad (con la angustiosa experiencia por la diferencia de recursos económicos), que dejan a la protagonista de Nada desorientada y en busca de respuestas que nadie podía contestar.
En dos ocasiones aparece en el libro en forma de respuesta la palabra que da título al libro, “Nada”. La primera cuando sale a relucir la historia de la tía Angustias con un señor casado y la segunda cuando se descubre la historia entre Gloria y su cuñado, el tío Román. Dos momentos de tensión y de descubrimiento, que se quedan en eso, en “nada”.
La novela está estructurada en tres partes. La primera comienza con la llegada desde provincias a Barcelona de Andrea y la presentación del lugar y de la familia, con lo sucio y el color negro, dibujado en estas primeras páginas. La tía Angustias tiene gran protagonismo, aunque acaba marchándose a un convento no sin antes desearle la muerte a su sobrina: “Durante quince días he estado pidiendo a Dios tu muerte… […] ¡Infeliz! ¡Ya te golpeará la vida, ya te triturará, ya te aplastará! ¡Hubiera querido matarte cuando pequeña antes de dejarte crecer así!”. En la segunda parte, conocemos más a fondo el mundo universitario de Andrea con su amiga Ena, y, en la tercera parte, se resuelven algunos conflictos planteados que mezclaban ambos mundos y termina, aunque con la presencia de la muerte y de abandonos, con cierta esperanza para el futuro.
Nada, aunque con más de 75 años, aborda problemas que hoy día son actuales, entre ellos, la violencia de género (a lo largo del relato existen duros fragmentos en los que Juan, uno de los tíos de Andrea, propina palizas a su mujer Gloria: “Juan la cogió por los hombros […] Vi caer a Gloria y rebotar su cabeza contra la puerta del balcón”). La autora critica la actitud del hombre de posguerra: “Era uno de los infinitos hombres que nacen solo para sementales y junto a una mujer no entienden otra actitud que esta” o “Tiene sesos de conejo… ¡como tú!, ¡como todas las mujeres!… por lo menos ¡que sea madre, la muy…!”
Es un relato en primera persona, en el que, tras la publicación de la biografía de Carmen Laforet, se ve el paralelismo de su vida con el personaje de Andrea de esos años de posguerra y de opresión… A través de la primera persona, Andrea, refleja la angustia existencial (“me sentía ansiosa de compañía, como un perro…”) y reflexiona sobre el ser mujer (“Tal vez el sentido de la vida para una mujer consiste únicamente en ser descubierta así, mirada de una manera que ella misma se sienta irradiante de luz”). Otro tema importante es la diferencia de estatus social (“Los obreros viven mejor que los señores, llevan alpargatas, pero no les falta su buena comida y su buen jornal”), y es que la familia de Andrea cuenta con Antonia, la criada, a pesar de sus problemas económicos. La guerra se palpa en la lectura con referencias a “bombardeos”, “tiros”, “pasada guerra”, “zona roja”, “los nacionales”, “sufrimientos de la guerra”, “embriaguez de la guerra”, “casas viejas que la guerra había convertido en ruinas”, o “los esqueletos oxidados de los buques que salían a la superficie (en el puerto)”. Como la historia sucede en Barcelona el lector se topa con alguna que otra palabra y enunciados en catalán (Vols una mica d’aiguardent, nena?”), que no suponen ningún problema de comprensión.
Una mínima referencia al personaje de la abuela es imprescindible. Un personaje al que siempre Andrea menciona con ternura, “capaz de morirse de hambre si la comida estaba escasa para que quedase más a los otros” y defensora de los suyos, a su vez, de los que más la necesitan.
La opresión de la obra inunda hasta al lector traspasando cada línea de la novela, dibujando lo cruel de la psicología humana. Apunta Carmen Laforet en Nada que “los secretos más dolorosos y más celosamente guardados son quizá los que todos los de nuestro alrededor conocen. Tragedias estúpidas. Lágrimas inútiles”. Otras obras que destacan de Laforet son La isla y los demonios (1952) y La mujer nueva (1955).
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