domingo, 31 de octubre de 2021

LA FILOSOFÍA ES MÁS QUE NECESARIA EN LAS AULAS.

¿Realmente es tan inútil la filosofía? Se escucha a menudo, por parte de sus profesores, que la filosofía sirve para crear "ciudadanos críticos". Es una defensa bienintencionada pero muy a la desesperada. Lo verdaderamente difícil no es tener ciudadanos críticos, sino lisa y llanamente tener ciudadanos. Lo verdaderamente difícil y lo verdaderamente interesante es que, por lo menos, no nos olvidemos de lo que es la ciudadanía. Lo importante es que los estudiantes no se olviden de lo que tiene de asombroso prodigio eso de que podamos ser o aspirar a ser ciudadanos.


Sobre la utilidad de la Filosofía

Aristóteles - Wikipedia, la enciclopedia libre PLATÓN_____

El PSOE ha vuelto a faltar a su palabra respecto a restaurar la asignatura de Ética en 4º de la ESO. De nuevo, nos encontramos con una materia titulada "Educación en valores Éticos y Cívicos" con una carga lectiva insignificante de 35 horas (dispersas en varios cursos). Mientras tanto, la religión cuenta con 140 horas en la ESO y, eso sí, nos encontramos con una nueva materia, que acapara 65 horas: "Economía y Emprendimiento". Es decir, la LOMLOE no sólo reitera la censura filosófica practicada por el PP, sino que hace realidad el sueño del ministro Wert: sustituir la Filosofía y la Ética por una "Formación del espíritu empresarial". Parece una broma de mal gusto, pero así es.

 Platón 427-347 a.n.e. ARISTÓTELES_________

Lo que se ha sacrificado con este trueque es tan gigantesco que pasa desapercibido precisamente por eso, por la dificultad de abarcarlo con la mirada. Se piensa, por lo visto, que formar en espíritu empresarial a los que muy mayoritariamente jamás tendrán empresas es más útil y menos ocioso que explicarles filosofía. Porque no puede haber nada más inútil y más ocioso que la filosofía. Es muy significativo respecto a estos tiempos que corren que semejante barbaridad haya llegado a resultar tan evidente.

En el bicentenario de la Revolución francesa, la historiadora Ana Martínez Arancón, por desgracia recientemente fallecida, escribió estas palabras memorables: "Hay cosas que nos parecen tan necesarias como el aire, tan naturales como la aurora. Olvidamos así que tuvieron un principio, que millones de hombres nacieron y murieron sin conocerlas, y que otros hombres, con su deseo y con su sangre, las adquirieron para nosotros". Esto es lo que sucede, decía la autora, con las conquistas de la Revolución francesa. Merece la pena repetir ahora sus palabras (y se entenderá por qué la cita tiene que ser larga): "Enumeraré al azar algunas de ellas: la libertad civil, la democracia, el sufragio universal. La libertad de pensamiento, la de prensa, la de religión. El derecho de los ciudadanos a intervenir en los asuntos públicos, a elegir a sus representantes y a ser elegidos; a ocupar cualquier puesto en la administración del Estado; a pedir cuentas de su actuación al Gobierno. La separación entre la Iglesia y el Estado y la constitución civil del clero; la distinción entre los bienes privados de los gobernantes y el patrimonio nacional; la desvinculación entre la soberanía y quienes la ejercen; la independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. La igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, tanto para apelar a su protección como para someterse a su castigo. La igualdad a la hora de pagar los impuestos, o de cumplir con la obligación de servir a la patria y de defenderla de sus enemigos. El libre acceso a cualquier cargo, según las capacidades, y no según el nacimiento. El derecho a vivir en el lugar que se elija, a ganarse la vida con el trabajo que se desee, a no ser detenido salvo en el caso de cometer un delito tipificado por la ley, a tener un juicio justo y recibir, durante la detención, un trato humanitario. El derecho de todos los ciudadanos a la asistencia pública, en lugar de depender de la caridad privada. (…) La equiparación de los derechos de los hijos ilegítimos. El derecho a una educación pública y gratuita (…) El matrimonio civil. El divorcio…".

He aquí una muestra. Martínez Arancón continúa todavía varios párrafos. Son cosas que conforman la arquitectura de todo lo respetable políticamente. Son la sintaxis misma de toda nuestra vida política. Y como ocurre por definición con todo lo gramatical, estas cosas no se muestran, no llaman la atención, se dan por supuestas. Ahora bien, es muy peligroso darlas tanto por supuesto que acabemos por olvidar lo mucho que costó conquistarlas y lo fácilmente que podríamos perderlas, si es que muchas de ellas no las hemos perdido ya. Es muy peligroso olvidar la revolución que supuso, para toda la humanidad, la conquista de la ciudadanía.

Quién fue Sócrates SÓCRATES_______________________

Pues bien, decía Hegel que la Revolución francesa había sido "obra de la filosofía". Todos esos conceptos y todos esos principios que habían irrumpido en la Historia se habían fraguado en el seno de la filosofía. Hegel es una cierta autoridad, no es un periodista sensacionalista empeñado en exagerar la "utilidad" de la filosofía. Hegel es Hegel. Pero en el PSOE (quiero pensar que no con la colaboración de Unidas Podemos) han decidido llevarle la contraria.

La filosofía no sirve para enseñar a los ciudadanos a "ser críticos", sino para algo mucho más esencial: para que no se olviden de que lo son, para que no olviden que son o deberían ser libres, iguales e independientes civilmente, y que nadie tiene derecho a usurpar el lugar de su soberanía (tal y como decía el artículo 27 de la Constitución de 1793: "Que todo individuo que usurpe la soberanía sea inmediatamente ajusticiado por los hombres libres"): ni siquiera las empresas, por grandes que sean,  o "los mercados", aunque sean tan poderosos que nos tengan agarrados por el cuello.  Son cosas que un ciudadano no debe olvidar jamás, no porque sea crítico, sino porque es un ciudadano.

La LOMLOE, sin embargo, sí lo ha olvidado, lo mismo que el PSOE ha olvidado que había dado su palabra en octubre de 2018 en la Comisión Permanente del Congreso de los Diputados.

 Carlos Fernández Liria

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A MI HONORABLE PADRE. 19/05/08

A mi honorable padre.

Me encuentro en una situación difícil, pero cómoda. Es como si flotara en el espacio de los recuerdos. Todo sabe a recuerdos, todo son momentos vividos. Si camino, recuerdo; si pienso recuerdo más intensamente; si tomo cerveza, recuerdo instantes que compartimos; si voy a la compra, él siempre está presente. Todo lo que hay a mi alrededor me recuerda a él. Sueño con su presencia. Fue una persona muy importante en mi vida y para mi vida. Le dije millones de veces que lo quería y eso me reconforta sobremanera. Ahí ando, en estos senderos me encuentro. En alguna ocasión, los lagrimales vierten alguna gota de dolor. Sigo viviéndolo mucho más intensamente que cuando me regalaba su presencia.
Fue un hombre bueno, un buen hombre. Íntegro hasta la exageración. Honesto hasta hacer de la honestidad misma su modo de vivir. Paciente como el mejor chacal que espera el movimiento de su presa para capturarla, él para ayudarla. No tenía palabras de más, las que usaba se llenaban de esperanza y de emoción contenida. Lo quise hasta la profundidad del alma compartida y amiga. Tuve poca comunicación con él en los últimos años porque se apagaba su intelecto y, a la vez, su generosidad de coloso humano.Todo huele a él; todo sabe a él; todo suena a él. A él. A él mismo.

Siempre te recordaré, siempre te querré querido papá.

IN MEMORIAM - Tu hijo Josemari.


A MI MADRE

A MI MUSA

¿Y ahora qué? Ya no estás a mi lado.
Tu presencia se deshace tal el hielo
en fuego, se fija como una obsesión
que me llena y me llega y me yaga
en tremendos nubarrones irónicos
que deshacen amapolas de sueño.
Ese sueño sutil y estremecedor
de tu voz, de tu sonrisa,
de tus tranquilizadoras manos,
alentadoras de sueños.
¡Dímelo al oído cuando estés!
Dime que quieres aunque sea un susurro mío,
un agradable abrazo mío, tal vez
un espontáneo beso mío.
¡Dímelo cuando estés!
Dime que el sueño sueña,
dime que el amor ama,
dime que sin llorar lloras,
dime que no podemos hacer nada, ya
dime que me quieres.
¡Dímelo mamá cuando estés!
Te quiero, quise y querré, a morir, planeta de mis sueños.

LA MISIÓN DE EDUCAR

Educar es lo mismo que ponerle un motor a una barca. Hay que medir, pesar, equilibrar... y poner todo en marcha. Pero para eso uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta, y un kilo y medio de de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar, que ese inexperto barco mientras uno lo trabaja, irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hasta islas lejanas. Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada. Manuela Fernández

PARA MI VIDA, PARA TI.


PARA MI VIDA, PARA TI.

Amor, azucena celestial,
que nada entre espumosas olas,
¿por qué no me dices que me quieres?
¿por qué no colocas tu dulce,
perfume entre caracolas?
Dime amor, huele mi perfume,
ama mi instante, sueña con
tu sombra, con tu recuerdo,
inventa la estrella, ama el infinito
exhala perfumes inquietos
y dormidos silencios de placer.
¿Por qué no me dices que me quieres?
Hambre de mis venas,
Elegíaca amaca,
Luz de mis luces,
Entrada de mis penas,
Novela sin escribir,
Amor de mi vida.
¿Qué quieres que te diga más?
¿Qué? ¿Qué sueñas?

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