domingo, 31 de octubre de 2021

10 libros de la literatura española que no puedes dejar de leer.

 

Nadie puede negar que la literatura española se destaca no solo por la belleza de sus historias sino porque impulsa un mundo que nunca deja de reinventarse. Sus autores, de reconocimiento internacional, han dejado una marca imborrable en las manos de quienes han recorrido sus páginas.

1. El Lazarillo de Tormes, Anónimo    

La vida de Lazarillo de Tormes, es una novela española anónima, escrita en primera persona y en estilo epistolar. Fue publicada en 1554. En esta obra se cuenta de manera autobiográfica la vida de un niño, Lázaro de Tormes, en el siglo XVI, desde su nacimiento y mísera infancia hasta su matrimonio, ya en la edad adulta.

Se considera como precursora de la novela picaresca, ya que se caracteriza por su notable realismo, la narración en primera persona, la estructura itinerante, el servicio a varios amos y la ideología moralizante y pesimista.

2. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes 

Su primera parte fue publicada a comienzos de 1605 con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, es la obra más destacada de la literatura española y universal, además de ser la más  traducida de la historia después de la Biblia. Su segunda parte apareció en 1615 con el título de El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.

Además se destaca por ser una de las primeras obras que logró desmitificar la tradición caballeresca y cortés por su tratamiento burlesco. Ejerció un enorme influjo en toda la narrativa europea.  3. Fuenteovejuna, de Lope de Vega  

Fuenteovejuna es una obra teatral del Siglo de Oro español. Fue compuesta en tres actos hacia 1612-1614 y publicada en Madrid en 1619,​ dentro del volumen Dozena sic Parte de las Comedias de Lope de Vega.Tomada de un hecho histórico, la trama se desarrolla en el pueblo cordobés de Fuente Obejuna en tiempos de los Reyes Católicos (1474-1535). Como ocurre con gran parte de los dramas de Shakespeare, el Fuenteovejuna de Lope ha llegado a conseguir categoría de símbolo, el del prototipo iconográfico-teatral de “la unión del pueblo contra la opresión y el atropello”.

  4. Don Juan Tenorio, de José Zorrilla     

Es un drama religioso-fantástico-romántico publicado en el año 1844.

Es una de las obras teatrales más populares que se han escrito y representado en España. La acción transcurre en la Sevilla de 1545, en los últimos años del rey Carlos I de España.

Constituye una de las dos principales materializaciones literarias en lengua española del mito de Don Juan.

 

 

5. Rimas, de Gustavo Adolfo Bécquer       

Es una colección de setenta y seis poesías que fueron escritas en el año 1867, sin embargo, con la Revolución de 1868 se perdió el manuscrito y el poeta tuvo que preparar otro.

Concretamente son poemas breves en versos asonantes que hacen referencia a la emoción de lo vivido, al recuerdo, a experiencias convertidas en sentimientos. También aparece el amor, el desengaño, el deseo de evasión, la desesperanza y la muerte. Su pureza y humildad, junto con su engañosa sencillez, suponen la culminación de la poesía del sentimiento y de la fantasía.

 

6. Soledades, de Antonio Machado             

La primera edición de Soledades, obra poética del autor, aparece a finales de enero del año 1903. Esta recopilación de poemas inaugura la gran carrera literaria de Machado.

El escritor buscaba una poesía centrada en el análisis del yo en cuanto a poseedor de sentimientos, dejando las anécdotas a un lado. Creía que el sentimiento era lo más personal y universal que el hombre podía poseer. En esta obra destacan por tanto el intimismo y la realidad soñada.

 


7. Luces de Bohemia, de Ramón María del Valle Inclán

Con esta obra, el autor inauguró un nuevo género teatral, “el esperpento”. En la escena duodécima de la obra, el propio protagonista lo considera como una manera de mirar el mundo.

La obra narra la última hora de la vida de Max Estrella, un “hiperbólico andaluz, poeta de odas y madrigales” ya anciana, miserable y ciega que gozó en algún momento de cierto reconocimiento. En su peregrinaje por un Madrid oscuro, turbio, marginal y sórdido le acompaña Don Latino de Hispalis y le dan la réplica algunos otros personajes de la bohemia madrileña de la época.

 

8. La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca 

Esta obra teatral de tres actos fue escrita en 1936. Retrata la España profunda de la época, caracterizada por una sociedad tradicional muy violenta en la que el papel que la mujer juega es secundario; es por ello que trata también el tema de la represión de la mujer. Otros rasgos destacados son el fanatismo religioso y el miedo a descubrir la intimidad.

La obra cuenta la historia de Bernarda Alba que tras haber enviudado por segunda vez a los 60 años decide vivir los siguientes ocho años en el más riguroso luto. Con Bernarda viven sus cinco hijas, su madre y sus dos criadas.

 

 9. Nada, de Carmen Laforet                                   

Fue publicada en el año 1944. Llamó la atención por la juventud de la escritora, que por aquel entonces tenía 23 años y por la descripción que hizo de la sociedad de aquella época.

“Nada” se trata de una novela de carácter existencialista, en la que la autora refleja el estancamiento y la pobreza en la que se encontraba la España de la posguerra. La obra ganó el Premio Nadal en 1945 y el Fastenrath de la RAE en 1948.

 

 

10. El camino, de Miguel Delibes          

El camino es la tercera novela del escritor español Miguel Delibes. Fue publicada en 1950 y está ambientada en la España rural de la posguerra. Ha sido, además, llevada a la gran pantalla y a la televisión con adaptaciones. Es el relato personal y retrospectivo de la vida de un pueblo y sus habitantes, desde la mirada de un niño que, la noche anterior a un viaje no logra dormirse y en su desvelo rememora anécdotas y situaciones que han marcado su existencia, que no quiere abandonar porque para él lo son todo.

 

 

 

 

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A MI HONORABLE PADRE. 19/05/08

A mi honorable padre.

Me encuentro en una situación difícil, pero cómoda. Es como si flotara en el espacio de los recuerdos. Todo sabe a recuerdos, todo son momentos vividos. Si camino, recuerdo; si pienso recuerdo más intensamente; si tomo cerveza, recuerdo instantes que compartimos; si voy a la compra, él siempre está presente. Todo lo que hay a mi alrededor me recuerda a él. Sueño con su presencia. Fue una persona muy importante en mi vida y para mi vida. Le dije millones de veces que lo quería y eso me reconforta sobremanera. Ahí ando, en estos senderos me encuentro. En alguna ocasión, los lagrimales vierten alguna gota de dolor. Sigo viviéndolo mucho más intensamente que cuando me regalaba su presencia.
Fue un hombre bueno, un buen hombre. Íntegro hasta la exageración. Honesto hasta hacer de la honestidad misma su modo de vivir. Paciente como el mejor chacal que espera el movimiento de su presa para capturarla, él para ayudarla. No tenía palabras de más, las que usaba se llenaban de esperanza y de emoción contenida. Lo quise hasta la profundidad del alma compartida y amiga. Tuve poca comunicación con él en los últimos años porque se apagaba su intelecto y, a la vez, su generosidad de coloso humano.Todo huele a él; todo sabe a él; todo suena a él. A él. A él mismo.

Siempre te recordaré, siempre te querré querido papá.

IN MEMORIAM - Tu hijo Josemari.


A MI MADRE

A MI MUSA

¿Y ahora qué? Ya no estás a mi lado.
Tu presencia se deshace tal el hielo
en fuego, se fija como una obsesión
que me llena y me llega y me yaga
en tremendos nubarrones irónicos
que deshacen amapolas de sueño.
Ese sueño sutil y estremecedor
de tu voz, de tu sonrisa,
de tus tranquilizadoras manos,
alentadoras de sueños.
¡Dímelo al oído cuando estés!
Dime que quieres aunque sea un susurro mío,
un agradable abrazo mío, tal vez
un espontáneo beso mío.
¡Dímelo cuando estés!
Dime que el sueño sueña,
dime que el amor ama,
dime que sin llorar lloras,
dime que no podemos hacer nada, ya
dime que me quieres.
¡Dímelo mamá cuando estés!
Te quiero, quise y querré, a morir, planeta de mis sueños.

LA MISIÓN DE EDUCAR

Educar es lo mismo que ponerle un motor a una barca. Hay que medir, pesar, equilibrar... y poner todo en marcha. Pero para eso uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta, y un kilo y medio de de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar, que ese inexperto barco mientras uno lo trabaja, irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hasta islas lejanas. Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada. Manuela Fernández

PARA MI VIDA, PARA TI.


PARA MI VIDA, PARA TI.

Amor, azucena celestial,
que nada entre espumosas olas,
¿por qué no me dices que me quieres?
¿por qué no colocas tu dulce,
perfume entre caracolas?
Dime amor, huele mi perfume,
ama mi instante, sueña con
tu sombra, con tu recuerdo,
inventa la estrella, ama el infinito
exhala perfumes inquietos
y dormidos silencios de placer.
¿Por qué no me dices que me quieres?
Hambre de mis venas,
Elegíaca amaca,
Luz de mis luces,
Entrada de mis penas,
Novela sin escribir,
Amor de mi vida.
¿Qué quieres que te diga más?
¿Qué? ¿Qué sueñas?

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