El peruano, que este mes cumple 80 años, publica 'Cinco esquinas', donde las maniobras de la dictadura de Fujimori se sobreponen a una historia con tintes de comedia sexual.
Dice Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) que Cinco esquinas es su novela más improvisada, lo cual es decir mucho en un autor que lo tiene todo pensado antes de sentarse a escribir. Esta vez apenas tenía una idea: la revelación de que Alberto Fujimori y el hombre fuerte de su dictadura, Vladimiro Montesinos, utilizaban la prensa para intimidar a sus opositores. “Los desacreditaban con escándalos de cama publicados en pasquines a los que el propio Montesinos les ponía los titulares”, cuenta el novelista, al que se le cruzó por el camino el affaire entre la esposa de un chantajeado y su mejor amiga. A Vargas le espera una primavera ajetreada —nueva novela, 80º cumpleaños el próximo día 28, entrada en la Pléiade en abril—, pero la tarde de la entrevista, celebrada en la casa de Isabel Preysler, su pareja, en Madrid, parece tener todo el tiempo del mundo.
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