A la ruptura social provocada por la guerra civil y a la desorientación lógica provocada por la posguerra se añade el aislamiento cultural e intelectual por la rigurosa censura del régimen franquista.
Aparece, por otro lado, la novela sobre la guerra civil, con obras partidistas como La fiel infantería de García Serrano (1943), o escritas en el exilio: El laberinto mágico de Max Aub, publicada entre el 43 y el 68, o La forja de un rebelde de Barea, publicada ya en 1951.
Aunque hubo narrativa de tema bélico de escasa calidad “ La fiel infantería” de García Serrano (1943), La corriente novelística más interesante es aquella que empezó a tratar la realidad del momento. Bajo la denominación de realismo existencial se engloban muchas novelas cuyos temas son el malestar, el desconcierto, la desesperanza, la angustia ante la amarga y absurda experiencia de la vida. Suele haber un protagonista único, son novelas de personajes que se sienten perdidos o prisioneros en un ambiente cerrado y amenazador.
No hay crítica social, sino en todo caso el testimonio de una sociedad que alberga a unos individuos que no pueden esperar nada de ella. Las obras más representativas son: La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela Nada de Carmen Laforet y La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes.
La novela desde 1939.
Puede decirse que la historia de la novela en la posguerra comienza con La familia de Pascual Duarte. Esta obra que ofrece una visión durísima de la pobreza en un mundo brutal y monstruoso, inaugura la tendencia llamada “Tremendismo” que consiste en representar con extrema crudeza situaciones desagradables y violentas, incluso repulsivas (sus personajes son frecuentemente seres marginados, criminales, pervertidos, tarados psíquicos o físicos) en un lenguaje desgarrado y directo.La novela Social, los años 50
La década de los 50 se inaugura con El camino de Miguel Delibes. La novela, centrada en un ambiente rural habitado por gente sencilla, supone el comienzo de un nuevo realismo: el narrador adopta una actitud testimonial que se intensificará en obras posteriores.
La publicación en 1951 de La colmena de Camilo José Cela, marca una nueva etapa con la sustitución del protagonista individual por el protagonista colectivo. La acción se sitúa en 1942, en el Madrid pobre de la posguerra donde se cruza una multitud de personajes.
En esta década se da a conocer una nueva generación de novelistas más preocupados por la situación social del país que por lo individual. Influidos por el “neorrealismo italiano”, derivan hacia una novela crítica y comprometida, es el “realismo social” conocido también como objetivismo.
Estos escritores asignan una función social a la literatura y reflejan de forma objetiva una realidad que pretenden transformar. Frenan la fantasía y la imaginación para centrarse en la vida cotidiana de las clases populares. Con un enfoque casi documental reproducen fielmente su manera de hablar y sus modos de vida. Denuncian la injusticia social así como la in autenticidad y prejuicios de la burguesía y clases dirigentes.
El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio
Las Ratas de Miguel Delibes
Y autores como: Ana María Matute, Juan Goytisolo e Ignacio Aldecoa
La novela experimental: los años 60
A comienzos de los 60, se considera que el realismo social había agotado sus temas y que la novela necesitaba nuevas técnicas narrativas, al desengaño de los autores ante la dificultad de que la literatura cumpliese función social, se añade el deseo de elevar el nivel estético de la obra literaria, sin abandonar los contenidos de tipo social, hay mas preocupación por el hombre en su totalidad y por las cuestiones formales.
La novela experimental está influida por los grandes renovadores de la narrativa del siglo XX (Joyce, Proust, Kafka), la Generación Perdida Americana (Faulkner) o los novelistas del “boom” hispanoamericano.
La obra clave, punto de partida en la experimentación en la novela es Tiempo de silencio (1961) de Luis Martín Santos.
Se ha vuelto al protagonista individual, un médico investigador rodeado por otros muchos personajes de distintos grupos sociales (desde los habitantes de las chabolas de los suburbios hasta la alta burguesía). Más que la trama argumental interesan los constantes comentarios del autor, la organización estructural y el lenguaje utilizado, ya que el léxico y el estilo están totalmente alejados del realismo precedente.
Son muchas las novelas importantes de este período, tanto de autores conocidos, como de otros que empiezan a publicar ahora.
Señas de Identidad de Juan Goytisolo
Cinco Horas con Mario de Miguel Delibes
En la década de los 60 comienza además la irrupción de la narrativa hispanoamericana que será enormemente beneficiosa para nuestra literatura.
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