
Pero el modernismo acabó por estereotiparse estéticamente en una tendencia teatral que se prolongará durante bastante tiempo, el teatro poético, que reivindica una vuelta a la tradición teatral española y se inspira en las comedias barrocas y en los dramas románticos. A esta línea pertenece Eduardo Marquina con Las hijas del Cid, y el Gran Capitán.
Dentro del teatro cómico, la figura más destacada es Carlos Arniches prolífico autor de sainetes de ambiente madrileño, en los que se crea un peculiar lenguaje castizo que pasaría luego de la lengua literaria al uso popular. La decadencia del sainete lleva su teatro, a partir del estreno de La Señorita de Treverez, por el camino de lo que él denominó “tragedia grotesca” en la que se funde lo cómico y lo patético, lo risible y lo conmovedor.
El dramaturgo más importante es, sin embargo, Valle Inclán creador de un teatro cada vez mas personal y alejado de la convencional escena española de su época. Simplificando, podemos dividir su producción dramática en dos etapas: la de primitivismo y la etapa de los “Esperpentos”.

A la primera se le atribuyen las “Comedias Bárbaras” en las que nos presenta la violencia, crueldad, barbarie, pasiones desbordadas, así como el mundo rural con sus leyendas, mitos y supersticiones populares.
De la segunda etapa destacan Divinas Palabras con un mundo sórdido y miserable dominado por la avaricia y la lujuria. Pero indudablemente es Luces de Bohemia la obra clave de su producción poética y un hito en la historia del teatro contemporáneo. A lo largo de 15 escenas la obra cuenta las últimas horas de Max Estrella, un poeta ciego y retrasado que en compañía del cínico Don Latino de Híspalis recorre durante una noche “un Madrid absurdo, brillante y hambriento” hasta que muere en el propio portal de su casa.
A la generación del 27 pertenece Lorca y su teatro, que se separa de los moldes dramáticos dominantes. Lorca estuvo desde muy pronto inclinado al teatro al que se asignó una doble función didáctica y social. Su producción dramática es muy variada: escribió farsas para Guiñol, Tragicomedia de Don Cristóbal, la Señá Rosita en la línea del teatro popular de títeres, y farsas para personas La zapatera Prodigiosa. También experimentó teatro de vanguardia El público.
Pero sus obras más importantes son tres tragedias: Bodas de Sangre, Yerma y La Casa de Bernarda Alba.”Drama poético andaluz”
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