sábado, 8 de mayo de 2021

JOSÉ HIERRO. PREMIO CERVANTES. 1998

  •  Nacido en Madrid, en 1922, con dos años José Hierro ya vivía en Santander

La biografía de un premio Cervantes

José Hierro nace el 3 de abril de 1922 en Madrid, pero a los dos años se traslada a Santander. De 1939 a 1944 pasará por diversas cárceles de España bajo la acusación de pertenecer a una red clandestina de ayuda y socorro a los presos. En 1952 comienza a trabajar en Editora Nacional. En los inicios de los setenta dirige un programa en Radio Nacional, donde permanecerá hasta su jubilación en 1987. Fallece el 21 de diciembre del 2002 en Madrid. He aquí sus libros y reconocimientos: en 1947 publica «Tierra sin nosotros» y «Alegría» recibe el Premio Adonáis. Un año después ve la luz «Con las piedras, con el viento...». Le siguen «Quinta del 42» (1953), «Antología poética» (1954), «Estatuas yacentes» (1955), «Cuanto sé de mí» (1957) –por el que recibe el premio de la Crítica y el Premio Juan March– y «Libro de las alucinaciones» (1964), que obtiene de nuevo el Premio de la Crítica. En 1981 recibe el premio Príncipe de Asturias. En 1990 se edita «Agenda» y se le concede el Premio Nacional de las Letras. En 1995 se le concede el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. En 1998 da su «Cuaderno de Nueva York» y se le concede el Premio Cervantes y el Premio de la Crítica y es elegido académico de la Real Academia de la Lengua.
Hierro murió un sábado de diciembre. Fue el momento de recurrir a Gonzalo Corona, que en «Antología poética 1936-1998» (Espasa Calpe, 1999) afirmaba: «José Hierro defiende una concepción romántica y medieval del arte: autenticidad, inspiración, emoción, espíritu, fondo, subjetividad, autobiografía... sin olvidar que el arte es testimonio de un tiempo concreto y de una época».

"Qué más da que la nada fuera nada, 

si más nada será después de todo, 

después de tanto todo para nada"

                    José Hierro.

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A MI HONORABLE PADRE. 19/05/08

A mi honorable padre.

Me encuentro en una situación difícil, pero cómoda. Es como si flotara en el espacio de los recuerdos. Todo sabe a recuerdos, todo son momentos vividos. Si camino, recuerdo; si pienso recuerdo más intensamente; si tomo cerveza, recuerdo instantes que compartimos; si voy a la compra, él siempre está presente. Todo lo que hay a mi alrededor me recuerda a él. Sueño con su presencia. Fue una persona muy importante en mi vida y para mi vida. Le dije millones de veces que lo quería y eso me reconforta sobremanera. Ahí ando, en estos senderos me encuentro. En alguna ocasión, los lagrimales vierten alguna gota de dolor. Sigo viviéndolo mucho más intensamente que cuando me regalaba su presencia.
Fue un hombre bueno, un buen hombre. Íntegro hasta la exageración. Honesto hasta hacer de la honestidad misma su modo de vivir. Paciente como el mejor chacal que espera el movimiento de su presa para capturarla, él para ayudarla. No tenía palabras de más, las que usaba se llenaban de esperanza y de emoción contenida. Lo quise hasta la profundidad del alma compartida y amiga. Tuve poca comunicación con él en los últimos años porque se apagaba su intelecto y, a la vez, su generosidad de coloso humano.Todo huele a él; todo sabe a él; todo suena a él. A él. A él mismo.

Siempre te recordaré, siempre te querré querido papá.

IN MEMORIAM - Tu hijo Josemari.


A MI MADRE

A MI MUSA

¿Y ahora qué? Ya no estás a mi lado.
Tu presencia se deshace tal el hielo
en fuego, se fija como una obsesión
que me llena y me llega y me yaga
en tremendos nubarrones irónicos
que deshacen amapolas de sueño.
Ese sueño sutil y estremecedor
de tu voz, de tu sonrisa,
de tus tranquilizadoras manos,
alentadoras de sueños.
¡Dímelo al oído cuando estés!
Dime que quieres aunque sea un susurro mío,
un agradable abrazo mío, tal vez
un espontáneo beso mío.
¡Dímelo cuando estés!
Dime que el sueño sueña,
dime que el amor ama,
dime que sin llorar lloras,
dime que no podemos hacer nada, ya
dime que me quieres.
¡Dímelo mamá cuando estés!
Te quiero, quise y querré, a morir, planeta de mis sueños.

LA MISIÓN DE EDUCAR

Educar es lo mismo que ponerle un motor a una barca. Hay que medir, pesar, equilibrar... y poner todo en marcha. Pero para eso uno tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata, un poco de poeta, y un kilo y medio de de paciencia concentrada. Pero es consolador soñar, que ese inexperto barco mientras uno lo trabaja, irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia puertos distantes, hasta islas lejanas. Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada. Manuela Fernández

PARA MI VIDA, PARA TI.


PARA MI VIDA, PARA TI.

Amor, azucena celestial,
que nada entre espumosas olas,
¿por qué no me dices que me quieres?
¿por qué no colocas tu dulce,
perfume entre caracolas?
Dime amor, huele mi perfume,
ama mi instante, sueña con
tu sombra, con tu recuerdo,
inventa la estrella, ama el infinito
exhala perfumes inquietos
y dormidos silencios de placer.
¿Por qué no me dices que me quieres?
Hambre de mis venas,
Elegíaca amaca,
Luz de mis luces,
Entrada de mis penas,
Novela sin escribir,
Amor de mi vida.
¿Qué quieres que te diga más?
¿Qué? ¿Qué sueñas?

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